lunes, 12 de julio de 2010

Y de postre McFlurry

Al entrar, sus ojos tuvieron que adaptarse a la luz del local, fuera, aquel dia hacia muchisimo calor y un sol que amedrentaría al mas valiente de los guerreros elfos, o almenos así lo creía él. Era un tipo grande, robusto, fornido, fuerte, entrado en carnes, vamos era gordo, sus piernas extrañamente cortas iban a juego con sus brazos, parecia un hombre impaciente e inseguro.

Una vez dentro y habiendose recuperado del fortísimo sofocón que traía el tipo se dirigió hacia un mueble que hacia las veces de mostrador, se dirigió hacia a una de las personas que se encontraban tras ellos y pidio su dosis, 1 McMenú BigMac Grande, con Coca-Cola y patatas deluxe. Rapidamente cogió su bandeja repleta de comida y se sento en una mesa apartada del local, solo, como siempre hacia. Sentado, entre bocado y bocado, daba un trago a su bebida para que la comida no le hiciese bola y poder comer cuanto más rapido mejor, continuamente miraba el reloj y seguidamente una mirada furtiva a la puerta, buscando una pareja de comida, alguien que no iba a llegar nunca, continuamente se colocaba la camisa que lucia, ancha y negra, para disimular sus lorzas. Él no bajaba a comer solo al McDonals como un gordo cualquiera, el había quedado con alguien, así se lo hacia ver a todo el local, EH MIRADME NO VENGO SOLO ESTOY ESPERANDO A ALGUIEN MIRO EL RELOJ. La verdad era otra muy diferente.

3 comentarios:

  1. Tiene gracia porque el McFlurry es lo contrario de las natillas, "el postre de los campeones". No tiene ni puta gracia pero lo he intentao.

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  2. me siento identificada, sólo que no estoy gorda, ni voy a comer sola a los sitios, ni tengo un rabo escondido por alguna parte.

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